Para los 150 pasajeros de la aeronave, el 1 de febrero de 2008 significa más que un día, casi todos volvieron a nacer y celebran todos los años como un segundo cumpleaños.
Contra todas las escalofriantes estadísticas mundiales de accidentes aéreos, este siniestro terminó con 148 pasajeros ilesos y dos leves heridos. Milagro o no, todos terminaron espantados y aterrorizados. Muchos se arrodillaron y extendieron sus manos para agradecer a Dios el feliz desenlace.
Además, este accidente fue afortunado porque al mando de la aeronave estaban dos experimentados pilotos. La pericia y el alto nivel de profesionalidad de los profesionales evitó un desenlace fatal.
El avión fue prácticamente desmantelado y solo queda el interior
Fue la primera aeronave boliviana que se precipitó por falta de combustible en pleno vuelo. El segundo fue un avión Avro RJ85 de la empresa Lamia, el 8 de noviembre de 2016, cuando recorría la ruta de Santa Cruz a Bogotá.